El reto del cuidado en la nueva normalidad: #SiMeCuidoTeCuido
La “nueva normalidad” no es la “vieja normalidad”, es así como las autoridades sanitarias se refieren al nuevo panorama de regreso a actividades esenciales. Resulta no solo necesario, sino vital e imprescindible contar con las medidas de protección sanitarias en este regreso a actividades.
En nuestra comunidad somos conscientes de que la respuesta social (en masa) ante el cuidado cobra un valor tan importante que no podemos dejar de lado pensar en los demás tanto como pienso en mí mismo.
Pero, ¿qué es eso que pasa por la mente cuando debemos afrontar esta adaptación y por consiguiente el cuidado a mí mismo y a los demás?. En primer lugar hay que decir que no a todos nos interpele de la misma manera, hay quien logra un nivel mayor de conciencia personal y social frente a otro cúmulo de personas que no logran ver esto aún en igualdad de circunstancias.
Estamos frente a una encrucijada en la cual el vínculo social esta en juego, esto plantea que en tanto yo no me preocupe (y me ocupe) de mí, resulta claramente imposible cuidar del otro. ¿Y qué significa cuidar de mí?. En el tema de la adaptación a la nueva normalidad significa seguir todas las medidas sanitarias que se me indican, en el espacio público y privado, así como procurar que el otro las cumpla con el uso correcto de mis habilidades sociales y de comunicación asertiva.
Cuidar de mí implica reconocerme como actor de ésta realidad, y a partir de ahí hacerme cargo de mí mismo, de mi vida, de lo que me toca hacer, el cual es un reflejo del afecto que me tengo. Bajo esta condición de mi propio cuidado, podemos entonces entablar este vínculo social el cual significa querer estar, estar con otros, estar bien con otros, desear que el otro este bien…
Bajo el hashtag que anda circulando en redes sociales en nuestro país #SiMecuidoTeCuido podemos afrontar el reto del cuidado desde nuestro papel como actores de nuestra propia película.
Les comparto un video lanzado en una campaña de la UNESCO, el cual nos lleva a pensar en la “normalidad” en la que vivíamos, comparada con lo “no normal”, cuya consigna es construir algo mejor que lo normal en la realidad global en la que todos nos encontramos.
