El lenguaje de la creatividad
El lenguaje de la creatividad
La importancia del arte en el Colegio Internacional Terranova
En el Colegio Internacional Terranova creemos firmemente que el arte no es un lujo, sino una necesidad. A través de la expresión creativa, los estudiantes descubren quiénes son, qué sienten y cómo pueden contribuir a un mundo más sensible, empático y humano.
Si bien la palabra tiene un poder inmenso, hay momentos en los que no alcanza para expresar lo que llevamos dentro. Es ahí donde el arte se convierte en un lenguaje esencial: uno que trasciende culturas, idiomas y fronteras. Ya sea mediante una pintura, una melodía, una coreografía o una representación teatral, el arte permite comunicar emociones y pensamientos profundos de una forma única y universal.
En el Colegio Internacional Terranova, las artes ocupan un lugar fundamental en la formación integral de nuestros alumnos. Más allá de la técnica, fomentamos la creatividad, la sensibilidad estética y la comprensión cultural. Promovemos el arte como una forma de pensar, de cuestionar y de construir significado.
Desde los primeros años del Programa de la Escuela Primaria (PEP) hasta el Programa del Diploma (PD), el currículo del Bachillerato Internacional (IB) integra las artes como una vía esencial para formar pensadores críticos, indagadores y comunicadores. Por ejemplo, en clases de música nuestros alumnos no sólo interpretan piezas, sino que investigan su contexto histórico y cultural, comprendiendo así las conexiones entre la expresión artística y los temas globales.
Esta aproximación holística permite que las artes dialoguen con otras disciplinas. Un proyecto de arte puede vincularse con literatura, ciencias o historia, enriqueciendo la comprensión del mundo desde múltiples perspectivas. El arte, en este sentido, no es un compartimento aislado, sino un hilo que atraviesa el aprendizaje y lo hace más profundo y significativo.
Los atributos del perfil del IB también se reflejan poderosamente a través de la práctica artística. Al crear, los estudiantes se convierten en buenos comunicadores, expresando ideas complejas sin necesidad de palabras. Son de mentalidad abierta, al explorar estilos y tradiciones de distintas culturas. Y son reflexivos, al evaluar tanto su proceso creativo como el de sus compañeros, aprendiendo a dar y recibir retroalimentación con empatía y criterio.
Como comunidad educativa, también es importante que reflexionemos sobre cómo nos relacionamos con el arte en casa y en la vida cotidiana. El arte es una excelente oportunidad para abrir conversaciones con nuestros hijos, compartir puntos de vista, y encontrar un terreno común donde conectar más allá de lo verbal. Es un puente que todos podemos cruzar: padres, hijos, maestros y estudiantes.
En definitiva, vivir una vida creativa no sólo enriquece el desarrollo personal, sino que fortalece el tejido colectivo de nuestra comunidad. El arte no sólo enseña a ver, sino a sentir, a cuestionar y a imaginar futuros posibles.