CUANDO LA POSIBILIDAD ES INFINITA: ARTE Y DISCAPACIDAD
Las Artes tienen esa enorme capacidad para asombrarnos. Sabemos que son una de las herramientas más importantes para la comunicación entre los seres humanos, nos brindan la posibilidad de compartir signos y formas que nos ayudan a entendernos como personas, como sociedad y como humanidad.
No todos queremos dedicarnos a las artes, pero sí nos interesará verlas como un vehículo para expresarnos, como un motor del pensamiento y las emociones. Por lo tanto, TODOS podemos hacer arte, para ello no se pide nada en específico ya que las artes, son incluyentes. No se trata de tener o no talento, en el arte no hay límites, ni limitaciones.
Por ello la carencia de alguno de nuestros sentidos (la vista, el oído- los más comunes- o en algunos casos, el olfato, el gusto y el tacto), o bien, alguna discapacidad física, intelectual o emocional, no son en absoluto obstáculos para desarrollar y vivir las artes en su práctica cotidiana.
Tenemos grandes casos en la historia: el muy conocido compositor L. V. Beethoven y el caso de su sordera que se fue presentando en el pináculo de su carrera y en cuyo tránsito, creó obras musicales ya, imprescindibles. El pintor Vincent Van Gogh, quien sufría de severa depresión y consolidó el movimiento pictórico del Impresionismo de finales del siglo XIX. El cantante Ray Charles, genio afroamericano en el blues y jazz, ciego desde la infancia, situación que no le impidió ser una de las personalidades más influyentes de la música internacional. Christy Brown, cuya parálisis cerebral no le cerró las puertas para convertirse en uno de los mejores pintores y poetas irlandeses, realizando su obra solo con su pie izquierdo (Sí, seguro te sonó: hay – como en los tres primeros casos mencionados- una película maravillosa sobre su vida: “Mi pie izquierdo -Jim Sheridan, 1989-). Otro caso: Gaby Brimmer, mexicana con alteraciones motoras, escritora, poeta y ferviente activista defensora de los derechos de las personas con discapacidad. Sumamos a este breve recuento, a Jamie Brewer, actriz con Síndrome de Down, reconocida en la popular serie televisiva American Horror History o al también actor francés, Pascal Duquenne, quien con la misma condición, conquistó a las audiencias cinematográficas con la inolvidable “El octavo día” (Jaco Van Dormael, 1996), ganando incluso, la Palma de Oro a Mejor Actuación Masculina en el Festival Internacional de Cannes por esta emotiva película.
Y si de bailar se trata, migraremos a creadores más allá de lo conocido: ILL-ABILITIES™ CREWDIS-CONNECT desde Canadá, grupo de breakdance creado en 2007 por Luca Patuelli. “Lazylegz”, está integrado por ocho bailarines con discapacidad quienes le muestran al mundo que todo es posible. El nombre del grupo nació de la cultura del hip-hop, donde es común que un término negativo sea transformado en sentido positivo, por eso los integrantes convirtieron la palabra “enfermo”, en inglés ILL, en “talento sorprendente”. Las coreografías de ILL-Abilities™ Crew hablan de temas relacionados con estereotipos sociales, discapacidad, inclusión, bullying, salud mental, actitud positiva y los riesgos de tomar decisiones. (1)
Un caso también en colectivo: Compañía Teatral “Seña y Verbo”, teatro para sordos, creada en México por el director y dramaturgo Alberto Lomnitz, que utiliza la lengua de señas mexicana, y en español, es decir, no trabajan en silencio, sino con voz y con música, muchas veces en vivo. Para el público oyente es un espectáculo visual y sonoro; y para el público sordo, está la parte visual, según comenta el propio director sobre esta propuesta única. Al utilizar en escena la lengua de señas, los montajes que desarrollan los actores sordos abren “la oportunidad de hacer un teatro con un lenguaje visual, entonces los textos se pueden escuchar y ver al mismo tiempo”, detalla Lomnitz. Al incluirse la lengua de señas, los espectadores pueden conocer parte de ésta. “Trabajamos siempre la lengua de señas con una especie de interpretación simultánea para que el público que no habla esta lengua pueda entenderla y pueda apreciar su belleza”. El fundador subraya que las lenguas de señas “son idiomas que tienen expresividad y una belleza visual muy aprovechable para el teatro”, enfatiza el director. Por último, estos montajes también incluyen una parte narrativa donde se cuentan historias complejas “a través de pantomima-narrativa que es algo muy propio de los sordos”. (2)
Los ejemplos que aquí comentamos sin duda son muy pocos. Afortunadamente, en una sociedad donde la capacidad de resiliencia se impulsa cada vez más y más a las personas, a escuchar, ver, conocer las historias de grandes personas que han buscado romper los límites, son un aliciente cotidiano para reflexionar hasta dónde nos quedamos varados en nuestra zona de confort y no nos atrevemos a ir más allá de lo cotidiano. Darnos la oportunidad de salir de nuestro marasmo que nos imposibilita y decidir dar el paso para alcanzar lo que sea que nos propongamos.
Las Artes nos mueven y motivan a todos por igual, y bien dicen, las barreras son para romperse y por ello, la importancia de convertir la discapacidad en banderas de fortaleza e inclusión con las Artes como vehículo más allá de edades, habilidades y supuestas incapacidades. ¡Hasta la próxima!
(1) https://festivalcervantino.gob.mx/actividad/217305
(2) https://carteleradeteatro.mx/2016/teatro-mas-alla-los-sentidos/