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Bienvenidos al Blog del Colegio Internacional Terranova, un espacio diseñado para fomentar la resiliencia y el optimismo en la comunidad. Compartiremos información que contribuya al bienestar general, tratando asuntos de salud física y emocional, así como, cultura, familia y sociedad.

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5 cosas que debemos saber sobre las rutinas para niños

A propósito del “periodo vacacional obligado”, “retiro por la salud” o “cuarentena” que estamos próximos a iniciar, nos gustaría compartirles información clara y útil con el propósito de ayudar a hacer de este “aislamiento voluntario preventivo” (en el que muchos padres de familia nos preguntamos “¿Qué vamos a hacer un mes encerrados en casa?”) un periodo de reflexión, convivencia, crecimiento y aprendizaje para todos los miembros de las familias de nuestra comunidad.

Atentamente,

Equipo de psicopedagogía del Colegio Internacional Terranova.

5 cosas que debemos saber sobre las rutinas:

¿Por qué una rutina?

(Texto por Daniela Solares Guasco)

La rutina da a los seres humanos de todas las edades seguridad y certeza.

Sé que muchos de nosotros entramos en pánico con el simple hecho de pensar ¡mi hijo no tiene clases! (cuando trabajas esto quiere decir que tienes que hacer una serie de cambios y movimientos en la rutina diaria. La gran ventaja es que nuestro cerebro es tan maravilloso que inmediatamente comienza a idear un plan de logística estilo “Project manager” de la zona industrial para asegurarnos de que nuestros hijos estarán bien y que podremos cumplir con nuestras obligaciones.) Sin embargo, estos cambios en mayor o menor medida son una fuente de estrés para un adulto que en teoría como a muchos nos gusta pensar, “tenemos todo bajo control y una gran capacidad para resolver cosas…”

¡Imaginen lo que estos cambios causan en un niño pequeño! (En especial a los que no tienen edad para comprender qué es un virus, o por qué no pueden ir a jugar con sus amigos o abrazar a su abuela…).

  1. La falta de estructura causa en los niños estrés y ansiedad.

Cuando un niño no se siente seguro en su ambiente por falta de hábitos y estructura, es muy probable que presente respuestas de ansiedad y miedo; como nerviosismo, berrinches, agresividad y mal comportamiento. (¡Justo lo que queremos evitar cuando nos enfrentamos a un periodo largo sin salir de casa!). 

Por eso, es importante establecer rutinas claras desde que los niños son pequeños, ya que éstas les ayudan a organizar no sólo su día, si no también su pensamiento; lo que les brinda seguridad, les ayuda al desarrollo de su autonomía y propician que poco a poco los niños se hagan responsables de su propio bienestar.

  • Las rutinas ayudan a los niños a saber qué se espera de ellos.

Al establecer una rutina clara, se establecen también una serie de reglas y acuerdos que deben cumplirse al momento de organizar la vida diaria. Cuando alguien sabe que se espera de él o ella, es más sencillo que cumpla con lo acordado desde un inicio (los niños requieren recordatorios constantes de los acuerdos a los que se llegan; es muy útil tenerlos a la vista ya sea por medio de indicadores no verbales o por escrito)  en cambio si por ejemplo, siempre se les permite comer en la cama porque no hay una regla clara, el día que queramos que se sienten a comer en la mesa, muy probablemente ¡Arderá Troya!

(Este punto es clave especialmente con niños mayores y adolescentes)

  • Los hábitos repetitivos ayudan al equilibrio emocional

La cotidianidad, provee a los niños de un sentimiento de pertenencia, satisfacción, bienestar y cohesión familiar. El otorgar a un niño desde temprana edad responsabilidades en la casa, haciéndole saber que la vida no marcharía igual si él no es parte del “equipo familiar” les hace sentir importantes y necesitados, lo cual ayuda al desarrollo de una persona equilibrada, segura de sí misma y con un sistema de apoyo incondicional.

Recordemos que el orden externo es un reflejo del orden interno y viceversa.

  • Hay momentos donde la rutina no debe faltar

Existen algunos momentos del día en que la rutina es clave para que el día funcione mejor; éstos son:

  1. Las comidas: un niño que tiene satisfecha la necesidad básica de nutrición probablemente estará de mejor humor y más receptivo a lo que se le pida. El tener un horario de comida establecido a la misma hora todos los días, les permite saber que tienen que satisfacer su necesidad en el momento y lugar adecuados, ya que no se permitirá que se realice en otros momentos y durante otras actividades. Esto los hace más responsables de su bienestar y pueden aprender a comer sólo lo que su organismo requiere. 
    1. El aseo:  Aún cuando no se vaya a salir de casa, es importante marcar diferentes momentos del día, por ejemplo, el despertar y tender la cama, quitarse la pijama, bañarse y acicalarse pueden marcar el inicio del día y de igual manera al concluir las actividades volver a tener un ritual como quitarse la ropa, acomodar su cama, leer un cuento y dormir, indiquen el final del día.
    1. Los deberes: designar un momento del día a tareas domésticas ayuda al niño a comprender que el bienestar de la familia depende de todos los miembros, para así desarrollar empatía y solidaridad entre otros valores.  De igual manera, es importante asignar momentos para el trabajo académico que permitan a los niños tener periodos de descanso y ocio, ¡un niño estresado es también un niño malhumorado!
    1. El sueño: es muy importante que los niños siempre concluyan su día a la misma hora (con un rango de tiempo de no mayor de 45 minutos, por ejemplo, un niño de dos años debería dormirse entre las 19:00 y las 19:45). Es muy importante evitar estimularlos demasiado (Tv o cualquier pantalla, ejercicio físico, pleitos, etc.)  cuando la hora “cero o de la bruja” se aproxima, ya que el exceso de cortisol eleva los estados de alerta del cerebro y… como bien sabemos, ¡si los niños no descansan es casi seguro que nosotros tampoco!
  • Las rutinas deben ser flexibles más no borradas

Es importante recordar que si bien las rutinas son una pauta de organización que da seguridad, es importante tener la flexibilidad de hacer cambios en ella cuando algo no funciona o ya no funciona tan bien como antes. Las rutinas al igual que sus creadores, los seres humanos están vivas y por lo tanto cambian según nuestras necesidades. Tratemos de no frustrarnos en caso de que un primer intento no funcione (a los niños hay que recordarles constantemente lo que se espera de ellos), ya que, se tendrán que ir practicando y construyendo nuevas formas de llevar el día a lo largo del “retiro por la salud”.

Ahora la pregunta del millón… ¿Cómo establecer una rutina?

De acuerdo a la edad del niño y de lo que es capaz de hacer, se busca organizar el día de manera que, no se convierta en un pleito el seguimiento de la misma, recordar que tanto los niños como los adultos requerimos de momentos de ocio y esparcimiento (no debemos temerles) y recordar que siempre es posible hacer modificaciones a las rutinas que se vayan estableciendo.

Puedes encontrar ideas de actividades en Pinterest, algunos ejemplos son:

¡Les deseo un feliz “aislamiento voluntario”!

Fuentes:

Laura Migliorini. (2011). La Cotidianidad de lo Familiar y las Habilidades de los Niños. 17 de marzo 2020, de Psicoperspectivas Sitio web: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?pid=S0718-69242011000200009&script=sci_arttext

  Infografía de: http://vamoscreciendo.com/2017/10/22/la-importancia-las-rutinas-infografico/

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