Zombies en el Terranova, el sueño en los adolescentes
Zombies en el Terranova
El sueño en los adolescentes
Los vemos en todos lados: recorriendo los pasillos, acurrucados en los salones, subiendo las escaleras, cabeceando en clase, cubriendo sus cabezas adormiladas con gorros o capuchas. Son los zombies del Terranova. Estudiantes jóvenes que claman por más descanso, más horas de sueño.
Son adolescentes, en pleno desarrollo, intentando mantenerse despiertos en medio de una jornada escolar que muchas veces, aunque los adultos no entendamos, exige más de lo que su energía puede ofrecer. Pero esta escena, tan cotidiana, no es casualidad. La adolescencia es una etapa en la que el cuerpo y el cerebro pasan por cambios profundos, y uno de los más importantes es la reorganización del ritmo circadiano: el reloj biológico que regula cuándo sentimos sueño y cuándo estamos despiertos.
Durante esta etapa, el reloj interno se desplaza naturalmente hacia más tarde, lo que provoca que los adolescentes sientan sueño alrededor de la medianoche, incluso si tratan de acostarse más temprano. Sin embargo, la mayoría debe levantarse muy temprano para ir a la escuela, generando un déficit de sueño que se acumula día tras día.
Dormir poco no solo los hace cabecear en clase; afecta prácticamente todos los aspectos de su vida: rendimiento académico, salud emocional salud física y relaciones sociales.
Lo preocupante es que muchas veces este cansancio crónico se normaliza. Se espera que los adolescentes “aguanten”, sin considerar que sus cuerpos están pidiendo —a gritos— más descanso.
Aunque no siempre es posible modificar horarios escolares, la vida moderna y los horarios lo impiden, sí existen acciones que pueden marcar una diferencia:
- Higiene del sueño: Evitar pantallas al menos una hora antes de dormir, mantener una rutina constante y crear un ambiente adecuado para descansar. Sí, aunque es un reto, nosotros como adultos, como padres, debemos tener control sobre sus pantallas.
- Educación sobre el sueño: Tanto estudiantes como familias y escuelas deben comprender la importancia del descanso.
- Pequeñas siestas estratégicas: Descansos cortos pueden ayudar a recuperar energía sin afectar el sueño nocturno.
- Revisar la carga académica: Más tareas no significa más aprendizaje —y sí puede significar menos horas de sueño.
aAsí que la próxima vez que veas a estos zombies, a estos adolescentes desplomados sobre su cuaderno, recuerda que no siempre pereza ni desinterés. Es biología, es agotamiento, es una necesidad real que muchas veces pasa desapercibida. Nuestros zombies no necesitan café, regaños ni discursos sobre responsabilidad. Necesitan algo mucho más básico y esencial: dormir lo suficiente para poder vivir y aprender plenamente.

Otro punto a considerar serían los horarios de las escuelas, realmente es necesario que las clases incien tan temprano en las mañanas?
Vale la pena preguntarnos si los horarios son una costumbre? o una necesidad