La terapia y el poder de la palabra
La terapia y el poder de la palabra
En el principio era el verbo. Así comienza Umberto Eco su maravillosa novela “El nombre de la rosa”. Eco, semiólogo y filósofo, conocía como nadie el poder de la palabra. Y no le faltaba razón: es la palabra, el verbo, la que construye al mundo; el universo ocurre a partir de que se le nombra y no al revés.
Y es que la importancia de la palabra va más allá de la obviedad: no solo nos permite comunicarnos, sino que también da forma a nuestra percepción del mundo, influye en nuestras emociones y, sobre todo, tiene el poder de sanar. Debido a esto, la terapia psicológica es un proceso en el que las palabras se convierten en una herramienta fundamental para la sanación.
En el Colegio Internacional Terranova contamos con un equipo de psicólogas que dan un seguimiento cercano y personalizado a todos los estudiantes en sus procesos emocionales. Les otorgan la confianza y un espacio para ser comprendidos, aceptados y, sobre todo, para que, a través de la palabra y la apertura, sean capaces de enfrentarse a sus laberintos y logren encontrar, como Ariadna en el mito del minotauro, el hilo que los conduzca afuera cuando se sientan perdidos. La terapia es una gran herramienta para liberarnos del peso emocional que arrastramos. La palabra se convierte así en un puente entre lo interno y lo externo, entre lo oculto y lo revelado.
En una sesión de terapia, cada palabra tiene el poder de transformar. Decir en voz alta lo que antes parecía inconcebible o inexpresable, permite que el paciente reconozca, valide y, en muchos casos, cambie las narrativas que se ha contado de sí mismo. No es simplemente un acto de hablar, es un acto de reconstrucción. Cada vez que nos enfrentamos a un reto emocional o psicológico, tenemos la oportunidad de reinventarnos a través del lenguaje. Como decía Eco, la realidad no solo existe porque la percibimos, sino porque la nombramos. Y quizás, el acto de nombrar nos permite también darle una nueva dirección a lo que alguna vez nos lastimó.
Por tanto, la palabra tiene el poder de sanar, no solo porque se use para compartir, sino porque al ser escuchada y comprendida, nos devuelve un sentido de control y de autoría sobre nuestra propia historia. Así, la terapia psicológica es un espacio valioso y sagrado donde, a través de la palabra, se restablecen los lazos rotos, se encuentran las claves para un futuro diferente y, sobre todo, se vuelve posible la sanación.
Y nosotros…nos leémos a la próxima