Perfil Terranova. Vanessa Cortés: la mujer de la nieve de limón

Dicen que a los ídolos nunca hay que conocerlos. Yo digo que, con suerte, se convierten en tus amigas. Eso fue lo que me pasó con Vanessa Cortés, una figura de la Comunidad Terranova, persona clave en San Luis Potosí y una de mis mejores amigas. 

Anda por todos lados, como hormiga trabajadora de fábula. Con su cabello largo, su cuerpo delgado y atlético, su sonrisa irónica y risa desparpajada, así como una mirada aguda que se asoma detrás de unos lentes de armazón grueso, Vanessa es la gran promotora de la lectura en San Luis Potosí. Ávida lectora, deportista disciplinada, feminista, candidata a doctora, empresaria y mamá —porque esto último también es parte importantísima del currículum—, Vanessa se ha colado en diversos rincones de nuestra ciudad para promover la importancia de los libros y la lectura en nuestras vidas. 

Su historia comienza en donde comienzan todas: en la infancia. Su encuentro con “Demian” de Herman Hesse a los 11 años transformó su vida. “Si esto es lo que un libro puede provocar en mí, no me imagino lo que pueden hacer los otros”. Desde muy chica supo también que era feminista, aunque no supiera el término exacto para lo que sentía cuando se daba cuenta de que ella tenía que hacer labores que su hermano no. La consciencia de género se instaló en ella hasta la fecha, por eso se declara una feminista orgullosa cuyo mayor reto es el educar a dos hijos hombres. 

Su punto de inflexión llegó por casualidad. Un día compraba libros en línea —en aquel entonces existía muy poca opción para comprar libros en San Luis— cuando vio un botón que ofrecía franquicias de Gandhi. Visualizó el lugar exacto en el que la quería. Concursó para ganarla. La obtuvo. Pero antes, alguien le hizo la pregunta obligada al soñar demasiado alto: “¿Y tu nieve de que la quieres?”. Conseguir la franquicia fue un reto, hubo varios obstáculos en el camino. “El primero era mi perfil: en ese entonces yo trabajaba en la parte de comunicación de un club y ellos querían a una empresaria. El segundo es que yo era mujer y no sólo eso: era mamá. Y se tiene la idea de que las mamás no le van a dedicar todo su tiempo y empeño a una empresa. Una visión muy equivocada”. Pero lo logró: con su niño pequeño en brazos cortó el listón inaugural de la que sería la primera librería Gandhi en San Luis Potosí.

Desde muy chica supo también que lo suyo era la literatura. A pesar de que sabía que quería estudiar eso o filosofía tuvo pena de confesarlo, así que entró a Comunicación, que era lo que más se le parecía, aunque su tesis fue precisamente en literatura. Los libros han regido su vida, tanto en lo personal como en lo profesional, al lado de su otra pasión: el deporte. Y aunque estos dos parecerían disciplinas opuestas, en realidad, como apunta la propia Vanessa, si nos remontamos a la Grecia antigua, prácticamente ambas nacieron juntas.  Precisamente su mayor referente literario son las tragedias y los mitos griegos. Otros nombres que aparecen en su vida literaria son Goethe, Juan Rulfo, José Saramago, Virginia Woolf y Judith Butler. 

Esta mujer desobediente tiene aún muchos planes. Por lo pronto, titularse en el doctorado, lo que considera el reto más difícil de su vida. Continuar con la promoción del arte en la comunidad y ver a sus hijos crecer. No tengo duda de que es capaz de ver cristalizados todos sus sueños, como aquél de la librería. Yo me quedo con la respuesta que dio cuando le preguntaron de qué quería su nieve: “De limón”, dijo. Por eso cada año, en el aniversario de su librería, come una nieve de este sabor.

Como ella, todos deberíamos de soñar con una nieve. 

El próximo 16 de enero, a las 19 hrs, tendremos la oportunidad de escucharla en el Colegio Internacional Terranova con su conferencia: “Hablemos de cómo la literatura nos transforma”. ¡No se la pierdan!

Y nosotros…nos leemos a la próxima.