Cerrar ciclos
Cerrar ciclos
En el Colegio Internacional Terranova hemos llegado al fin del ciclo escolar, un momento que parece tan lejano cuando comenzamos el año tras el verano.
Concluir un ciclo es una experiencia agridulce para muchos, especialmente para los docentes. Por un lado, es gratificante ver cómo los estudiantes han alcanzado una meta más, aprobando sus exámenes y culminando su año escolar. Por otro, la nostalgia se anticipa al saber que tendremos que despedirnos de ciertos estudiantes a los que ya no veremos de manera cotidiana por los pasillos. Y aquellos que se quedan, crecen cada vez más, recordándonos que algún día también ellos partirán.
Que la vida continúa, avanza, como ese río del poema otomí cuyo cauce nunca cesa.
Juan Carlos Onetti, narrador uruguayo, decía que los seres humanos tenemos la maniática manía de construir eternidades con elementos hechos de fugacidad, tránsito y olvido. En otras palabras, que nos aferramos a lo permanente, aun cuando el cambio es lo único que tenemos asegurado. Por eso los ciclos son tan importantes, porque nos recuerdan que los seres humanos nos movemos alrededor de ellos. Y, sin embargo, nos cuesta aceptar los cambios a los que nos vemos confrontados año con año.
Ese quizás sea uno de los aspectos más retadores y fascinantes de la docencia, pues quienes nos dedicamos a ella sabemos que la escuela es un microcosmos donde nos movemos en ciclos implacables: captura de calificaciones, planificaciones mensuales, vacaciones, puentes, aplicación de exámenes. Y cuando llega este momento de terminar el ciclo, guardar el material en cajas, desechar lo que ya no volveremos a usar, rotular aquello que nos pertenece y amontonarlo al centro del salón, hacemos un recuento de los logros del año.
Estas son algunas metas logradas en el Colegio Internacional Terranova: tuvimos dos exitosas ferias del libro, con dos autores maravillosos que nos visitaron desde CDMX: Toño Malpica y Ana Romero; el equipo de fútbol masculino de quinto y sexto de primaria consiguió la copa deportiva y el femenino ganó la copa Saltillo. Los aspirantes al Programa Diploma lo obtuvieron, con un porcentaje superior al internacional. Estrenamos cabina radiofónica, donde estudiantes y expertos se juntaron para llevar a cabo proyectos fascinantes como “Una bola de cuentos”, entre otros, y llevar su experiencia más allá de los límites del colegio.
Y ahora, a disfrutar de las vacaciones, tomando aire para llegar con el cuerpo relajado y la mente abierta al siguiente ciclo escolar. Pero por ahora, nos toca dejar todo en su lugar, mirar el salón vacío, atestiguar el silencio que ahora invade al colegio, los ecos de los gritos, las risas y los saltos de los niños aún pendiendo en el aire. Miramos nuestro salón vacío y recordamos lo positivo y lo negativo, los éxitos y las equivocaciones en que incurrimos. Nos decimos que el año que entra lo haremos mejor.
Y cerramos la puerta.
¡Felices vacaciones a toda la comunidad!
Mientras tanto, nos leemos por aquí…