Educación sin etiquetas: Por qué la escuela mixta es la mejor opción
Educación sin etiquetas: Por qué la escuela mixta es la mejor opción
Al momento de buscar la mejor escuela para sus hijos las familias se pueden enfrentar a la encrucijada de elegir entre escuelas mixtas y escuelas que separan a los estudiantes según su género. Uno de los argumentos a favor de las escuelas separadas es que los niños y las niñas aprenden de manera diferente. En este texto encontrarán una postura distinta y las razones por las cuales el Colegio Internacional Terranova se mantiene a favor de una educación mixta e incluyente.
En primer lugar hay que precisar que no es que las niñas y los niños aprendan de forma diferente, pues en realidad, todos lo hacemos. Carol Ann Tomlinson señala que “invariablemente los estudiantes varían como aprendices” y que cada uno tiene su ‘mapa’ para aprender (1999). En un salón lleno de niñas encontrarás la misma diversidad de habilidades, intereses, conocimientos y necesidades que en un salón mixto. La noción de que los niños y las niñas aprenden de manera diferente se nutre de estereotipos de género, pues lo que es verdad, es que la sociedad educa a las niñas y a los niños de manera diferenciada. Pero lo mismo aplica para diferencias de clase, la racialización y otras variantes como el contexto cultural y la historia de vida de cada estudiante. El valor de un colegio mixto como el Terranova es que no centra el género como la variable determinante para el aprendizaje de sus estudiantes. En cambio, implementa herramientas como la diferenciación para anticipar dicha diversidad (Tomlinson, 1999) y se acerca a sus necesidades desde una perspectiva holística que además, busca valorar las diferencias y reducir las desigualdades nutriendo habilidades como el pensamiento crítico.
Sería entonces válido preguntar en qué radica el éxito de las escuelas separadas, y la respuesta es que “en lo mismo que cualquier buena escuela”, de hecho, los estudios no han encontrado evidencia concluyente de beneficios académicos en favor de ninguno de los dos formatos escolares (Anfara y Mertens, 2008). Si el colegio en cuestión tiene grupos reducidos, maestros capacitados, programas académicos rigurosos y filosofías educativas coherentes, lo más probable es que sus estudiantes tengan éxito, sean escuelas mixtas o no. En México es probable que ese sea el caso de las escuelas separadas en cuestión, pues son colegios privados con recursos suficientes para constituir instituciones educativas de calidad. La diferencia es que encasillan a sus estudiantes en un binarismo de género que es más social que biológico y que, por lo tanto, suele ser hostil para estudiantes que salgan de esos estereotipos.
Así pues, elegir una escuela mixta, probablemente implica que las familias tienen que decidir por una escuela que reconoce que cada estudiante, sin importar su género, tiene necesidades y caminos hacia el aprendizaje, citando a Tomlinson, diferentes; por una escuela incluyente, que no espera que sus estudiantes quepan en moldes estereotipados y que los enfrenta a un contexto de diversidad genuina, donde niños y niñas aprenden unos de otros y crecen en un entorno parecido a la vida real.
En el Colegio Internacional Terranova estamos comprometidos con ofrecerle a cada estudiante una educación de calidad, al mismo tiempo que respetamos su autonomía y su libertad para elegir ser quien es.
Bibliografía:
Anfara, V. A., & Mertens, S. B. (2008). Do Single-Sex Classes and Schools Make a Difference? Middle School Journal, 40(2), 52–59. https://doi.org/10.1080/00940771.2008.11461673
Tomlinson, C. A. (2014). The differentiated classroom: Responding to the needs of all learners (2nd ed.). Alexandria, Virginia: ASCD.