Alejandra Alvarado
20 años creyendo en el constructivismo y su potencial de cambio
Alejandra Alvarado
20 años creyendo en el constructivismo y su potencial de cambio
Veinte años cumplió el Colegio Internacional Terranova el año pasado, y veinte años lleva Alejandra Alvarado formando parte de él. Como parte de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, este mes de marzo, estaré aprovechando para compartir la trayectoria de cuatro mujeres que han impactado a esta institución y que lo siguen haciendo día con día. La semana pasada les conté de Julisa Galindo y, en esta ocasión, tengo el gusto de hablar de Alejandra Alvarado, a quien también conozco desde hace años.
Ale empezó como maestra en el Terranova en el 2003 y hoy se desempeña como la directora del Jardín de Niños. En el curso de estos veinte años, Ale ha capacitado a múltiples docentes en el Taller de Aprendizaje Activo, cumpliendo con su compromiso de hacer de la educación algo atractivo, divertido y significativo para los estudiantes.
Entre reuniones, eventos, planificaciones, observaciones y demás, Ale vive todos los días su pasión por la educación a un ritmo que la mantiene muy ocupada, pero logramos hacer un espacio para hacerle algunas preguntas…
Desde su perspectiva, Ale asegura que “…el Terranova fue una de las primeras escuelas que se atrevió a apostar por algo diferente en San Luis Potosí, y naturalmente al principio fue recibido con mucho escepticismo, pues la gente temía que nuestra propuesta educativa no tuviera el alcance de la educación tradicional, pero poco a poco se fueron dando cuenta de que tiene incluso mayor alcance”. En aquel momento, también los maestros estaban viviendo el cambio de paradigma, y Ale iniciaba como maestra, por primera vez frente a grupo, por lo que cuenta, “se fue formando y construyendo una idea de educación que optaba por el constructivismo”. No es casualidad que Ale sea otro gran referente del Aprendizaje Activo en el Colegio y que hoy en día facilite ese módulo en el Diplomado para docentes.
Quienes hemos tenido la fortuna de aprender de Ale, tenemos claro que es una gran creyente de la fuerza de la educación para el cambio, lo cual se refleja tanto en su trabajo con los alumnos como en su mentoría con los docentes. Ella reconoce que lo más difícil ha sido socializar la importancia de una educación constructivista, señala que “a la gente se le dificulta creer que los alumnos pueden aprender sin ser presionados, sin hacer planas, sin exámenes como única forma de evaluar su aprendizaje, sin tareas eternas y confiar que los niños pueden aprender mientras disfrutan de juegos, dinámicas y experiencias significativas”. Su labor, hoy en día, implica abogar por esta educación, pues a lo largo de los años ha visto el impacto que tiene en los estudiantes, “quienes egresan son capaces de reflexionar y formar sus propias conclusiones a partir de las experiencias vividas”.
Para Ale, su labor consiste en “crear un espacio de confianza en donde, tanto alumnos como maestros, puedan expresarse con libertad, favoreciendo el diálogo, aceptando que otros pueden pensar diferente que tú y está bien”. Y es así como cumple su mayor satisfacción de ser docente: “trascender a través de ellos, haciendo la diferencia día a día”.