Julisa Galindo Pantoja
Julisa Galindo Pantoja
18 años formando estudiantes Terranova
Ya es marzo, y toca hacer más énfasis en las mujeres, en sus sueños y sus luchas. Creo firmemente que la trayectoria de 20 años del Colegio Internacional Terranova habría sido imposible de lograr sin las mujeres que han formado a esta institución, empezando por su fundadora y directora general, Margret Oettler. Este mes, como conmemoración al Día Internacional de la Mujer, voy a compartir con ustedes las experiencias y saberes de cuatro maestras que han dedicado gran parte de su vida a formar alumnos Terranova…
Entrevisto a Julisa Galindo, afuera del Colegio, en nuestra guardia de las 6:55 de la mañana. Al fondo se ve un precioso amanecer y Juli se ruboriza por los reflectores que le pongo. ¿Qué más puedo hacer? Fue mi maestra, ahora es mi colega, mentora y amiga. Julisa es profesora de matemáticas a nivel secundaria, y es reconocida en el Colegio por su dominio de estrategias del Aprendizaje Activo y una titular ejemplar que, además, en ocasiones baila enfrente de toda la comunidad vestida de viejito purépecha dejando el corazón en el escenario junto a sus estudiantes, por sus estudiantes. Eso, entregar el corazón, es lo que ha hecho en esta escuela, todos los días, por 18 años.
Juli ha sido testigo de cómo el Terranova ha pasado de ser, en sus palabras, una ‘burbujita’, a una institución de gran impacto en la comunidad. El objetivo último de Julisa no es enseñar matemáticas, sino “que los niños vivan una gran experiencia en la escuela, no nada más es aprender por aprender”.
Con el paso de los años, los ha visto llegar, crecer, despedirse y regresar con carreras terminadas, familias formadas, proyectos y sueños… y es justo ahí donde yace su satisfacción por ser maestra. “Que hagan lo que les gusta”.
Con orgullo, Julisa me cuenta cómo entró a una carrera, Licenciatura en Educación con especialidad en Matemáticas, dominada por hombres. Un espacio en donde lo que se esperaba de ella era el fracaso y dice: “mis compañeras y yo, siempre fuimos a la par de ellos. Si nos decían que teníamos que subir una montaña, la subíamos. De esa forma, las mujeres nos abrimos camino”. Eso es lo que Julisa quiere enseñarles a sus estudiantes, niñas o niños, que lo que quieran hacer lo pueden lograr.
Para ella, formar parte del Terranova es pertenecer a un equipo con una filosofía comprometida por tener un impacto positivo en nuestra comunidad, pero también allá afuera. Ese es el futuro que Julisa prevé y quiere para esta institución, y reconoce la importancia de la labor docente para lograrlo. En sus sueños suceden dos cosas: en primer lugar, el Terranova crece aún más hacia ser una institución que crea vínculos con otras escuelas de San Luis Potosí y el mundo para impulsar a los estudiantes hacia el cambio. En segundo lugar, que sus estudiantes se vayan, hagan su vida y un día se acuerden “¡ah!, ¡Esto lo aprendí con Juli”. Hoy le puedo decir que sus ex alumnos sí que pensamos eso de vez en cuando.
Se nos acaban nuestros 15 minutos de guardia en que, estoy segura, se nos pasaron un par de estudiantes sin el uniforme completo… pero Juli y yo estamos las dos conmovidas. Le pregunto “¿Qué mensaje te gustaría transmitirle a la comunidad educativa en el Día Internacional de la Mujer?”. No tiene caso cerrar esta entrada del blog de otra forma. Les dejo con sus palabras. “Sí, las mujeres somos muy valiosas en la sociedad, nos lanzamos y hacemos muchas cosas. Pero no hay que olvidar que somos un conjunto de personas que luchamos por una misma causa, que es la libertad, el derecho y el amor. Eso. Somos todos, también los hombres tienen que luchar, sin pisotearnos”.
Juli es un ejemplo e inspiración pero también es una increíble persona con la que es un honor compartir.
Juli es un gran ejemplo de vocación para muchas generaciones. Mi respeto y admiración porque ha logrado encontrar la fórmula perfecta entre las matemáticas y el pensar adolescente.
Más maestras como tú en el mundo querida Juli
Juli es una persona que demuestra con el ejemplo lo que es la vocación docente, pues este gremio de la docencia no sólo conlleva el trabajo cercano con los alumnos sino también con colegas maestros y maestras, con padres y madres de familia, al igual que con personal directivo, administrativo y de mantenimiento, para así conseguir grandes éxitos tanto en comunidad como en lo individual… Por lo tanto, gracias, Juli, por inspirarme a crecer en esta labor y aconsejarme en todos los momentos que lo he necesitado. Por siempre serás uno de mis modelos a seguir.
Juli ha sido no solamente un pilar fundamental en la educación académica de mis tres hijos, sino alguien que ha tocado sus corazones además de sus mentes. Los tres le tienen un gran cariño, al grado de no dudar en decir: “A Juli” cuando se trata de traer algún souvenir de nuestras vacaciones.
La apreciamos mucho como maestra y como
persona.
He tenido la oportunidad de coincidir con Julissa en proyectos académicos de las zonas escolares, intercambiar estrategias como colegas, participar en equipo en evaluaciones, concursos y talleres, mi admiración hacia su trabajo y su técnica de enseñanza a las matemáticas la aplaudo y fomento, además la aprecio por ser una excelente persona y amiga.